Una parte importante en el diseño de cocinas es la elección de los electrodomésticos. En el caso de las placas de cocción, es importante saber qué avances tecnológicos han incorporado los fabricantes, no sólo para sacarles el máximo partido, sino también para hacer que nuestras casas sean energéticamente más eficientes y, sobre todo, para facilitarnos las tareas en la cocina.
Si lo que buscas es rapidez y eficacia, sin duda la mejor opción son las placas de inducción. Pero, ¿sabes qué características debe tener una buena placa de inducción? ¡Te lo contamos!
Rapidez
Si algo caracteriza a la inducción es que es el sistema de cocción más rápido. Los tiempos de cocinado se acortan dado que los inductores de la placa calientan directamente el recipiente y no la superficie de cocción. Sin embargo, en cuestión de rapidez, no todas las placas son iguales.
Facilidad de uso
En general, las placas de inducción son muy fáciles de usar, ya que las zonas de cocción se pueden controlar con la punta de los dedos. El avance de la tecnología ha derivado de los tradicionales monomandos a las pantallas táctiles que son capaces de mostrar todos los parámetros relativos a cada recipiente: la posición, el tamaño, la forma y los ajustes programados de potencia y tiempo.
Consumo
Comparado con la tradicional placa vitrocerámica, las placas de inducción pueden calentar hasta el doble de tiempo, lo que supone un menor gasto de electricidad. Además, al calentar únicamente la zona dónde hay algún recipiente, el consumo energético se reduce.
Superficie
La evolución natural de la inducción es, desde hace pocos años, la inducción flexible, más conocida como FlexInducción. La gran novedad radica en la adaptación del espacio de los recipientes dentro de la placa. Es decir, el usuario puede colocar los recipientes en cualquier punto de la zona flexible, la placa lo detecta y calienta solo la zona de contacto. Además, permite calentar recipientes de multitud de tamaños distintos.
Algo a tener en cuenta es la superficie de cocinado, cuanto más espacio dispongamos para cocinar, mayor rendimiento sacaremos a nuestra placa.
Fácil limpieza
Las placas de inducción son especialmente fáciles de limpiar, pues las salpicaduras o los alimentos derramados no se queman sobre la superficie. Para limpiarlas después de cocinar, basta con pasar un paño húmedo.
Seguridad
En las placas de inducción solo se calienta la base del recipiente y no toda la superficie, que permanece a una temperatura que no produciría quemaduras. Además, lo normal es que estén equipadas con la función bloqueo de seguridad para niños para impedir que la placa se conecte accidentalmente.